Reforma de un bar en el centro de Barcelona, El Champanillo

Encontramos un local estrecho, alargado y de escasa altura, resuelto con una única sección tipo a lo largo de sus 25m de fondo, mesas a un lado y almacenaje y barra en el otro, con este último elemento llegando hasta la fachada.

La intervención se centra en 3 aspectos: oxigenar la entrada, atrasando la barra y ofreciendo nuevas localidades al cliente hacia el exterior, permitiendo una mayor entrada de luz y visuales al espacio verde de fuera. El cerramiento triangular, en diálogo con la geometría del edificio, ofrece, por un lado, una barra que refuerza la permeabilidad interior-exterior que buscábamos y por el otro, un cerramiento que puede desaparecer, recogido en un armario, que responde a la demanda de los clientes de cara a la formación de colas de usuarios derivadas del sistema de pago.

La apuesta por un único material en suelo, bancada y zócalo hasta la altura de 1m. da fuerza y continuidad a la sección cambiante del proyecto. La bancada recorre todo el local habilitando la máxima flexibilidad en la configuración de las mesas.

La iluminación ambiental se concentra en el perímetro buscando amplificar la sensación de volumen del estrecho local. Se refuerza con los espejos de las columnas y las reflexiones que se establecen.